De
Guatemala a Guatepeor
Álvaro Belin Andrade
HORA
LIBRE
Todos los mexicanos hemos quedado
atónitos ante la efectiva lucha contra la impunidad que han emprendido pueblo y
autoridades judiciales de Guatemala, cuyas más recientes manifestaciones han
sido el encarcelamiento de la vicepresidenta Roxana Baldetti (2012-2015) desde
el 21 de agosto, y la dimisión y posterior prisión provisional al expresidente
Otto Pérez Molina este jueves 3 de septiembre, acusados ambos de liderar una
red de corrupción aduanera conocida como La Línea.
Antes de estos hechos que muestran al
país vecino, asolado durante décadas por dictaduras militares y gobiernos
represivos, como una nación que da grandes zancadas hacia una democracia moral
y éticamente responsable, con un poder judicial independiente respecto del
poder ejecutivo y una población empeñada en no dejar que los gobernantes en
turno infrinjan daños severos a las arcas públicas, ya había ocurrido la
detención de empresarios y funcionarios del sector salud que habían medrado
millonarias sumas con la seguridad social.
Vecino del sur, Guatemala está dando
ejemplo de valor ciudadano, y sus jueces y magistrados ofrecen a los de México
una gran lección de lo que deben hacer para que la ley se aplique sin
contemplaciones.
¿Qué tienen que ver estos hechos con lo
que sucede en México y en Veracruz? Nada menos que uno de los más graves
lastres que cargamos los ciudadanos de este lado de la frontera: la
constatación cotidiana de enormes robos de que somos objeto por parte de
quienes nos gobiernan, desde el alcalde de la municipalidad más pequeña y
apartada hasta el propio Presidente de la República, recientemente exonerado
por su amigo por la adquisición sospechosa de ostentosos bienes inmuebles a
empresas que han sido beneficiadas, tanto en el Estado de México como en el
Gobierno de la República, con contratos multimillonarios. Y no es el único.
Si la violencia generada por los cárteles
de la droga y diversas organizaciones delictivas constituye uno de los más
preocupantes riesgos que impiden no solo la convivencia pacífica de los
mexicanos sino incluso el desarrollo nacional, cada vez es más impactante
escalada de corrupción que está dejando exangües y endeudadas las arcas
públicas a nivel nacional y en el ámbito veracruzano.
El día de ayer pudimos ser testigos de
múltiples manifestaciones y tomas de oficinas públicas por parte del
magisterio, burócratas y pensionados por la reiterada postergación de sus
pagos, derivado de una administración estatal desastrosa y endeudada.
¿Se requiere una reforma estructural en
el país en materia de justicia? La verdad es que no. La sola aplicación de las
leyes actuales, sin manoseo de quienes se han erigido en juez y parte,
permitiría lo que está ocurriendo en Guatemala: que quien meta la mano al
cajón, que quienes se organicen criminalmente detrás de la inmunidad que les
otorga un puesto público para realizar actos de corrupción, que quienes se
aprovechen de su capacidad de decidir en materia de obra pública para
chantajear y pedir ‘moches’ a los contratistas y proveedores, sean investigados
y castigados con severidad, no solo con el despido o la inhabilitación temporal
para ocupar cargos públicos, sino mediante la cárcel y la devolución de los
recursos que hubiesen sustraído ilegalmente.
En
2% del PIB, costo de la corrupción
Los costos de la corrupción en México son
verdaderamente altísimos y preocupantes. Según el observatorio económico México
¿Cómo Vamos?, en 2014 los actos de corrupción significaron pérdidas por el 2
por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), lo que en números en metálico
significó un costo de 341 mil millones de pesos. Para colmo, los empresarios
dejan de invertir en la medida que aumentan la percepción y los costos de la
corrupción.
Para tener una idea de lo que hemos
dejado de crecer por las prácticas corruptoras generalizadas, dicho organismo
ha tasado en 15 por ciento de la inversión pública de 2014 los recursos que se
perdieron en el drenaje de las prácticas delictivas de los funcionarios.
¿En cuánto se estima la cantidad que se
desvió por la corrupción el año pasado? En 84 mil millones de pesos.
Viridiana Ríos, directora general del
observatorio, señaló el pasado 26 de febrero, cuando dio a conocer el semáforo
económico de 2014, lo siguiente:
“Si se tiene en cuenta que la reducción
del gasto anunciado por Hacienda fue de 124 mil millones de pesos, el recorte
pudo haber sido sólo una tercera parte de lo que se hizo si se redujera la
corrupción. Es decir, no hay mejor recorte presupuestal que un recorte de la
corrupción”.
¿Se está haciendo algo para contener esta
tendencia? La absolución de todo pecado del presidente Peña Nieto y demás
funcionarios de su gobierno, como el secretario de Hacienda Luis Videgaray, no
parece dar muchas garantías al respecto.
Es cierto que se busca instaurar, con las
leyes correspondientes, el Sistema Nacional Anticorrupción, que se pretende
fortalecer la observación fiscal y financiera de estados y municipios, que se
intenta brindar más facultades de inspección y persecución a los organismos de
fiscalización tanto del poder legislativo como ejecutivo en el orden federal.
Sin embargo, todo ello suena a los oídos de los mexicanos como una maniobra
propagandística y política más, para esconder los mecanismos de corrupción que
tanto dañan al desarrollo del país.
Bien valdría la pena que nuestros grupos
legislativos acudieran a Guatemala a observar procesos judiciales
extraordinarios como el que acaba de cambiar el gobierno nacional de tajo, en
lugar de anunciar, como lo hicieron ayer los diputados federales veracruzanos
del PRI y el PVEM, una excitativa a la Procuraduría General de la República
para que investigue de inmediato denuncias por corrupción presentadas contra su
compañero de cámara, el panista Miguel Ángel Yunes Linares, cuando los mismos que
se plantaron tienen una enorme cola que les pisen.
¿Por qué no coadyuvan en la investigación
que se sigue por las anomalías financieras detectadas por la Auditoria Superior
de la Federación con el gobierno de Javier Duarte de Ochoa, en el que incluso
pueden salir raspados quienes ayer se erigieron en paladines de la honestidad?
<< Home